PETÉN, Guatemala—Un total de 25 mamíferos y 9 aves silvestres, incluidas especies clasificadas como en peligro de extinción o vulnerables a nivel nacional, regresaron a su hogar en la selva maya guatemalteca, después de ser rescatados y rehabilitados como consecuencia de interacciones humanas negativas.
Las organizaciones Asociación Rescate y Conservación de Vida Silvestre, conocida como ARCAS, y Humane World for Animals Costa Rica (anteriormente llamada Humane Society International/Latinoamérica) liberaron a los animales silvestres en noviembre en el Parque Nacional Yaxhá Nakum Naranjo, en Petén.
Los animales, que incluían especies como tacuacín o zarigüeya, ardilla yucateca, búho pigmeo, búho café, pizote, gavilán gris y coyote, ingresaron al Centro de Rescate de ARCAS, en su mayoría, como crías o juveniles. Cuatro de los tacuacines, por ejemplo, llegaron junto con su madre, quien había sido atropellada. Lamentablemente, la madre falleció varios días después, dejando a los bebés con un peso de entre 60 y 75 gramos.
Una de las ardillas también llegó al Centro de Rescate como bebé y tuvo problemas con el desarrollo de sus dientes, debido a la alimentación inadecuada que le proporcionaban como mascota en una casa. La tamandúa u oso hormiguero ingresó de muy corta edad, y logró un buen desarrollo, gracias a que contaba con un recinto amplio para mantenerse aislado.
Por su parte, el coyote ingresó como juvenil, desnutrido, con emaciación crónica y lesiones superficiales en la nariz. Luego de tratamiento antiparasitario, cuidados de piel y dieta con suplementos nutricionales, logró recuperarse para ser liberado. Por su parte, la pizote adulta fue entregada al Centro de Rescate, luego de haber sido mantenida como mascota. Sin embargo, pronto volvió a comportarse de forma silvestre, lo que permitió su regreso a la selva.
Ambas organizaciones afirman que encontrar un equilibrio armonioso de coexistencia entre las personas y los animales silvestres es un desafío continuo.
Andrea Borel, directora ejecutiva de Humane World for Animals Costa Rica, señaló: “La creciente urbanización y la fragmentación del hábitat hace posible que, con mayor frecuencia, se den interacciones negativas entre los humanos y la fauna silvestre. Muchos animales son mantenidos como mascotas en condiciones inadecuadas y reciben alimentos no apropiados para sus necesidades, lo que les provoca desnutrición y otros problemas de salud. A estos animales se les niega la posibilidad de mostrar sus comportamientos naturales, lo que no solo puede causarles angustia física y psicológica, sino que también implica largos periodos de rehabilitación una vez rescatados para que puedan aprender las habilidades necesarias para sobrevivir en la naturaleza”.
El proceso de rehabilitación de estos animales silvestres implica considerable tiempo y esfuerzo para enseñarles a volar, saltar, correr, esconderse de depredadores e identificar y cazar alimento. La rehabilitación es esencial no solo para su bienestar individual, sino también para fortalecer las poblaciones de especies en peligro de extinción, que se han visto afectadas en sus hábitats naturales.
Fernando Martínez, director de ARCAS Petén, dijo: “Cada liberación es la culminación de un proceso que comienza cuando un animal llega a nuestro centro de rescate, ya sea proveniente del tráfico ilegal o de interacciones humanas negativas. Es un proceso arduo que en, algunos casos, toma años, en otros meses, pero siempre implica que animal pase por diferentes etapas y pueda adaptarse y sobrevivir en su hábitat natural. Con cada animal que liberamos, cumplimos nuestro objetivo de ayudar a la vida silvestre de Guatemala a regresar a un lugar del que nunca debieron haber sido arrebatados: su hogar”.
Humane World for Animals y ARCAS han colaborado en la protección y conservación de la vida silvestre en Guatemala desde 2007. La liberación se realizó con la autorización de las autoridades guatemaltecas del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP).

