Islandia es uno de los tres únicos países del mundo —junto con Noruega y Japón— que sigue matando ballenas con fines comerciales. Aunque Islandia abandonó la Comisión Ballenera Internacional (CBI) en 1992, volvió a unirse en 2002 por una “reserva” o excepción a la moratoria mundial. Alegando que tiene derecho a hacer, ha seguido desafiando abiertamente la prohibición desde entonces, socavando tanto a la CBI como a CITES, que restringe el comercio internacional de productos derivados de ballenas.
Desde que volvió a unirse a la CBI, Islandia ha matado a más de 1.500 ballenas, incluyendo ejemplares en peligro de extinción, como las ballenas de aleta (rorcual común). Incluso, en 2018, entre las 146 ballenas de aleta que mató Islandia, había una hembra preñada y un raro híbrido de ballena azul y de aleta. Además, se cazaron también seis ballenas minke ese año.
Durante años, la caza comercial de ballenas en Islandia ha estado en manos de una sola empresa ballenera, Hvalur hf., dirigida por su propietario y director ejecutivo, Kristján Loftsson. Más recientemente, en diciembre de 2024, el entonces gobierno interino de Islandia concedió permisos para la caza de ballenas de aleta y minke para el periodo 2025-2029, y otro ballenero, llamado Gunnar Torfason, declaró que planeaba cazar ballenas minke para abastecer a restaurantes turísticos del país. Sin embargo, hasta la fecha no se han matado más ballenas minke.

Last Whaling Station
Las ballenas sufren terriblemente
En 2023, un demoledor informe de la Autoridad Alimentaria y Veterinaria de Islandia concluyó que la caza comercial de ballenas no es compatible con la legislación de bienestar animal del país. Tras revisar grabaciones de cacerías a bordo, observó que el 41% de las ballenas sufrió muertes prolongadas, tardando de media 11,5 minutos en morir, mientras que algunas llegaron a tardar hasta dos horas, incumpliendo así la Ley de Bienestar Animal.
Más de una cuarta parte de las ballenas fueron arponeadas dos veces antes de morir finalmente. El informe también reveló que la mayoría de las ballenas cazadas (73%) eran hembras, 11 de ellas preñadas y una en periodo de lactancia, lo que significa que su cría dependiente murió en el mar sin ella.
La mayoría de islandeses no comen ballena ni apoyan la caza
La mayoría de la población en Islandia no consume carne de ballena; de hecho, las encuestas indican que menos del 2% de los islandeses la comen. Un sondeo reciente en 2025 también muestra que el 51% de los islandeses está en desacuerdo con los permisos de caza de ballenas emitidos por el gobierno interino, y el 44% apoya una prohibición legislativa de la caza de ballenas.

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Se anima a los turistas extranjeros a observar ballenas, no a comerlas
La gran mayoría de la carne de ballena que se consume en Islandia la comen turistas internacionales, a quienes se les presenta de forma engañosa como un manjar islandés. Si los restaurantes turísticos del país dejaran de servir carne de ballena y los visitantes extranjeros dejaran de consumirla, el mercado de carne de ballena en Islandia desaparecería prácticamente.
En cambio, la industria en torno a la observación responsable de ballenas en Islandia genera cada año millones de dólares. Es un sector rentable que va en aumento, pero que se ve directamente amenazada por la caza de ballenas.
La población de Islandia es inferior a 400.000 personas, mientras que el número de visitantes extranjeros alcanzó casi los 2,3 millones en 2024: las decisiones de los turistas respecto al consumo de carne de ballena tienen un enorme impacto. La mayor parte de los visitantes extranjeros procede de Estados Unidos, seguido del Reino Unido, Alemania y China.

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Campaña Por el amor de Islandia

Humane World for Animals
Humane World for Animals se enorgullece de colaborar con el grupo local islandés Hvalavinir para apoyar su campaña Por el amor de Islandia (For de love of Iceland), que anima a los turistas extranjeros a no comer carne de ballena, sino a apreciar a estos animales vivos y libres en el océano mediante el ecoturismo responsable.
Hvalavinir, que significa “Amigos de las Ballenas”, ha lanzado un compromiso de viaje #fortheloveoficeland, en el que los visitantes prometen no comer carne de ballena ni acudir a restaurantes que la sirvan.
Las tarjetas de compromiso, incluidas en un folleto distribuido en hoteles, oficinas de información turística y otros establecimientos, están diseñadas para que los viajeros se las lleven a su rincón favorito de Islandia o a una experiencia respetuosa con las ballenas, se hagan una foto y la publiquen en redes sociales etiquetando a @Hvalavinir @HumaneWorldForAnimals #ForTheLoveOfIceland #WildlifeFriendlyIceland
Los turistas también pueden participar virtualmente compartiendo el compromiso #fortheloveoficeland en redes sociales.
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A través de esta campaña, apoyamos los esfuerzos de Hvalavinir para demostrar que la gente en Islandia y en todo el mundo quiere proteger a las ballenas en lugar de matarlas, en consonancia con los valores modernos de conservación y compasión.
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Vincenzo Petitta/HSI